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Crónica Negra de la II República Española. Genocidio marxista en el Partido Judicial de Estepona.

martes, 29 de junio de 2010

"Besteiro era más anticomunista que Franco"

Breve historia de España...

Federico Jiménez Losantos y César Vidal explican cómo terminó la guerra civil española, con una guerra civil dentro del bando republicano en las calles de Madrid. Además, desmitifican que en las cunetas haya más de 100.000 fusilados.

Audio: Breve Historia... el golpe de Casado
2010-06-29
La semana pasada veíamos en Breve Historia de España... como en el bando republicano empezaban a surgir desuniones, especialmente por el comportamiento de los comunistas encabezados por Negrín, que derivaron en un intento de golpe contra el gobierno republicano dado por republicanos, el de Cartagena.
Esta semana, Federico Jiménez Losantos y César Vidal han repasado "uno de los sucesos más importantes y sin embargo menos conocidos de la guerra civil, que supuso realmente el final de la contienda". Se trata del golpe de Casado.
El motivo del silencio de este episodio, según Jiménez Losantos, es "porque deja en muy mal lugar a los que empezaron la guerra en el 34 y la continuaron en el 36, de ahí que no haya películas para ver como los tanques republicanos de Casado combatían con los tanques rojos de Negrín en la calle José Abascal y en el Paseo de la Castellana mientras los nacionales habían cercado Madrid".
En esa misma línea, César Vidal ha asegurado que "las películas sobre la guerra civil española de los últimos 30 años son todas iguales: un cura malo, un falangista sádico... y todas dan por terminada la guerra con el paso de la frontera francesa pese a que la guerra continúo unos meses más porque así lo quiso Negrín".
Vidal ha leído "lo que dejó escrito Julián Besteiro, que "es quien mejor explica por qué se produjo el golpe":
"La verdad real.
Estamos derrotados por nuestras propias culpas. Claro, que hacer mías estas culpas es pura retórica. Estamos derrotados nacionalmente por habernos dejado arrastrar a la línea bolchevique que es la aberración política más grande que han conocido quizás los siglos. La política internacional rusa en manos de Stalin, y tal vez como reacción contra un estado de fracaso interior, se ha convertido en un crimen monstruoso. La reacción contra ese error de la República de dejarse arrastrar a la línea bolchevique, la representan genuinamente, sea los que quieran sus defectos, los nacionalistas que se han batido en la gran cruzada antikomintern".
"Cuando habla de nacionalistas se refiere a los nacionales de Franco", ha aclarado César. El descontento de Besteiro le lleva, según César, "a unirse al golpe que empieza a fraguarse el 5 de marzo en el sótano del viejo Caserón del Ministerio de Hacienda en la calle Alcalá". Allí se instala –prosigue – "lo que entonces se llamó el Consejo Nacional de Defensa que a las 8 de la mañana deciden que sea un militar quien lo dirija".
El militar elegido para ello fue Casado, "aunque éste insistió en que fuera Miaja, que no estaba". Ese mismo 5 de marzo, "Besteiro, Casado y Cipriano Mera se dirigen por radio a los españoles diciendo que quieren acabar la guerra y alcanzar la paz sin represalias", ha relatado César Vidal.
Sin embargo, la organización del golpe hace que los comunistas reaccionen. "La noche del 5 al 6 de marzo, Barceló, mando comunista, se hace con el ejército del centro y manda las tropas contra Casado. El día 6 Negrín abandona España en avión".
Los comunistas se hacen con parte del centro de Madrid, "la división 8ª del 2º cuerpo de ejército se apoderó desde la Plaza de Colón a la de Cibeles mientras que la 42 brigada mixta hizo lo mismo en la zona de Nuevos Ministerios". Paralelamente, "se produjeron alzamientos comunistas cerca de Madrid: en Alcalá de Henares, en Torrejón de Ardoz y en la Alameda de Osuna". Federico ha explicado que en definitiva "se produce un pronunciamiento pacífico al modo clásico en Madrid y un golpe, digamos, con muchos focos comunistas contra el pronunciamiento". 
César Vidal ha explicado que "esos focos se dirigieron a Madrid y se unieron a los comunistas quedando la capital dividida: los comunistas controlaban el Parque del Retiro, las Plazas de Manuel Becerra e Independencia, la Comandancia General de Ingenieros y el Gobierno Civil mientras que el Consejo de Casado dominaba un pequeño triángulo formado por la Plaza de Cibeles, Antón Martín y el Teatro de la Ópera".
A partir del día 7 de marzo "los comunistas empezaron a fusilar a todo tipo de republicanos que no fueran del PC, incluidos los mandos militares". Ese día, "Mera lanzó sus tropas contra los comunistas con quienes estuvieron combatiendo en las calles de Madrid hasta el día 10".
El 12 de marzo "comienzan las negociaciones con Franco que duraron hasta el día 26". César ha explicado que "Casado intentaba conseguir garantías de que no se iba a juzgar a nadie, pero Franco tenía claro que había personas que merecían ser juzgadas". No obstante, "Franco ofreció a todos los miembros del Consejo Nacional salir del país, incluso les ofreció aviones para ello". César ha recordado que todos se fueron "a excepción de Besteiro, que se quedó pensando que podría interceder por otros republicanos". 
Federico ha remarcado que "lo que menos me gustó de Franco, que no es santo de mi devoción pero que menos mal que ganó la guerra a Negrín, es el trato que le dio a Besteiro, es injusto y poco nacional porque éste era un hombre de la izquierda nacional de toda la vida que desde el 34 se convierte en más anticomunista que el propio Franco y que luego cuando puede huir se queda, sacrificando su vida". Según Federico, ese comportamiento "merecía un respeto por parte de Franco".
El 1 de abril, "único día que Franco guardó cama durante toda la guerra debido a una gripe", el general dictó lo siguiente:
"Cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus objetivos militares. La guerra ha terminado.
Francisco Franco".
Mentiras de la historia: los muertos de las cunetas
Federico ha señalado que la izquierda dice hasta la saciedad que en las cunetas hay más de 100.000 desaparecidos, concretamente 103.000. César Vidal ha asegurado que "en primer lugar los actos de recuerdo a los muertos de un solo bando, ni siquiera recuerda a todos los del mismo". Federico ha apuntado que la izquierda tiende a olvidar a "los republicanos y anarquistas fusilados por los comunistas".
Para César la cifra de 103.000 muertos del bando republicano en las cunetas "es un disparate". El director de Es la noche de César ha asegurado que "las cifras de los muertos en la guerra civil española las sabemos casi a la unidad". De esta forma, ha enumerado los fallecidos por bandos: "en el campo de batalla murieron algo menos de 100.000, de los que algo menos de 45.000 eran nacionales, algo menos de 55.000 eran republicanos".
Sobre las cifras de la represión, "el Frente Popular fusiló a 56.576 mientras el bando nacional hizo lo mismo a 46.823". Por tanto, para Vidal, "es imposible que sean 103.000 los muertos que hay en las cunetas, serán algunas decenas, no más de un centenar". La cifra de los 103.000 viene, según César, "de un libro de Ricardo de la Cierva cuyo título dice 103.000, todos los muertos en el bando nacional tanto en la represión como en el campo de Batalla". Esa cifra – continúa – "alguien ha tenido que decir pues nosotros tenemos que tener más muertos, pues 103.000 y sólo en las cunetas".
Bibliografía recomendada
César Vidal nos recomienda esta semana:
  • AUTOR: William L. Shirer,
  • TÍTULO: Auge y caída del Tercer Reich, vol.I
  • PÁGINAS: 924 páginas.
  • EDITORIAL: Editorial Planeta
William L. Shirer fue corresponsal de United News Service y de CBS. Durante la época del ascenso de Hitler, estuvo destacado en Alemania y "supo dejar uno de los mejores retratos de aquel período". En este primer volumen, "se recoge desde la llegada al poder de Hitler hasta el estallido de la segunda guerra mundial".

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martes, 1 de junio de 2010

Condenan por lucrarse con la memoria histórica a uno de los grandes defensores de Garzón

DESVALIJÓ A SU ASOCIACIÓN 
Luis Miguel Cuervo, responsable de una de las asociaciones de la memoria histórica y uno de los grandes defensores de Garzón, ha sido condenado por realizar viajes de placer a costa de la plataforma y por apropiarse de una base de datos realizada por un grupo de investigadores.
2010-05-31

LIBERTAD DIGITAL
El que fuera presidente de la Memoria Histórica Todos los nombres de Asturias ha sido condenado por el Juzgado de Primera Instancia número 4 en Gijón por lucrarse desde su puesto gracias a la supuesta investigación de los crímenes del franquismo.
Según cuenta La Gaceta, el actual presidente en funciones, José Antonio Landera, presentó una demananda contra Luis Miguel Cuervo al sospechar que “se podría estar lucrando personalmente de la organización”. Cuervo fue uno de los convocantes de la marcha de apoyo al juez Garzón y uno de los firmantes contra el procesamiento del magistrado.
En el fallo judicial que todavía no es firme se dice que deberá restituir a la actual Junta Directiva “todos los objetos y elementos que obran en su poder” así como desbloquear la cuenta de la asociación.
Estos objetos reclamados son el libro de socios, la base de datos de 17.000 republicanos muertos o desaparecidos realizada por investigadores de la Universidad de Oviedo y que tuvo un coste de 300.000 euros, las llaves de la sede, dos teléfonos móviles además de la relación de facturas que forman parte de la contabilidad.
En este sentido, Cuervo, militante de CCOO, fundó en 2007 esta asociación junto a otras seis personas. Curiosamente, eligieron como sede social un local en Gijón de la inmobiliaria en la que trabajaba su mujer. Pero en 2009, los miembros de la junta se percataron de graves irregularidades en la gestión del presidente y “cuando se le pidieron cuentas, dimitió”.
Además, cuentan que “Cuervo solicitaba a los socios con los que tenía trato cercano que pidieran en los establecimientos que frecuentaban facturas a nombre de la sociedad”. Así, aparecen compra de ordenadores, cámaras de fotos y discos duros, e incluso dos facturas que solicitó en un restaurante por un valor de 1.050 euros, cada una, en concepto de 43 platos consumidos.
Incluso, Landera afirma que “Cuervo realizaba viajes de placer a costa de la asociación; gastaba sin mesura ni fiscalización. En cambio, al resto de los investigadores les restringía los gastos ocasionados por las vistas a distintos archivos”.

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