El segundo abuelo de Víctor Manuel.

Un gran hombre (1966). Víctor Manuel (España, 1947). Vía La Linterna. Portada del disco vía El Mundo, 280207.

Durante el pasado año comenté, repetidamente, sobre la tremenda injusticia demagógica que suponía la puesta en marcha, por este Gobierno, de una memoria histórica que divide nuevamente a la sociedad española, volviendo al guerracivilismo y olvidando que, a partir de los años 50, se produce el 'mestizaje' y, como consecuencia, la gran mayoría de los españoles de hoy tenemos familiares en los dos bandos.

Sin olvidar, ya que de memoria hablamos, que gran parte de la clase gobernante y del artisteo de élite que hoy ronda la sesentena convivió placidamente con el franquismo o incluso fue beneficiario del mismo.

Así que, como el miercoles indicaba Santiago González en su blog, es evidente que 'la memoria histórica causa daños colaterales': todos tenemos un segundo abuelo.

Valga el ejemplo de Víctor Manuel, conocido hoy día por su dilatada carrera musical, pero también por su militancia radical comunista y procastrista, junto a su mujer Ana Belén.

Como ya dije en su momento, el segundo abuelo de Víctor [el primero, como todos sabemos, se trataba de 'El abuelo Vitor', 1969] fue 'Un gran hombre': El 'Generalísimo de los Ejercitos' y dictador español durante cuarenta años, Francisco Franco.

Víctor, cuando tenía 20 años. compuso una canción en homenaje al 'Generalísimo', titulada «Un gran hombre» (1966). Editada por BELTER [07.338], aparece en la discofrafía que figura en la web no oficial más conocida del cantante (+), así como en su biografía de wikipedia. Hoy, también tenemos la portada en cuestión.

La composición, que no tiene desperdicio, se inicia con unas palabras del dictador:

"Españoles, una vez más hago llegar mi voz a vuestros hogares para hablaros de política"

y tiene una letra de aquí te espero:

"Hay un país que la guerra marcó sin piedad,
ese país de cenizas logró resurgir.

Años costó su tributo a la guerra pagar.
Hoy consiguió que se admire y respete su paz.

No, no conocí el azote de aquella invasión,
vivo feliz en la tierra que aquel levantó.

Gracias le doy al gran hombre que supo alejar
esa invasión que la senda venía a cambiar.

Otros vendrán, que el camino no habrán de labrar.
El lo labró, a los otros les toca sembrar.

Otros vendrán, el camino más limpio hallarán,
deben seguir por la senda que aquel nos marcó,

No han de ocultar, hacia el hombre que trajo esta paz,
su admiración

Y, por favor,
pido
siga esta paz."

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