Mirando en Internet, resulta que he escrito bastantes artículos sobre Ángel Viñas, el “combatiente por la historia”. Les traigo uno:
Pío Moa. El rigor de Ángel Viñas
De Ángel Viñas, distinguido historiador lisenkiano, me he ocupado varias veces, pero el hombre no deja de dar sorpresas. En una reciente entrevista lamenta "la falta de rigor que a menudo hay en la historiografía de la Guerra Civil". Y como muestra de su rigor empieza por establecer: "Son los ingleses los que salvan a Franco".
Los suyos siempre atribuyeron la salvación de Franco ante todo a los alemanes, pero ahora son los ingleses. Creo que la idea no precisa mayor comentario, aunque debe reconocerse su originalidad. Explica que la guerra "se alargó por culpa de Franco, que no quería una guerra corta, sino larga", para contradecirse a continuación: "Negrín pensó que podrían resistir hasta enlazar con un conflicto europeo y la República pudiese ofrecer algo a Francia". Los costes humanos y materiales de meter a España en un conflicto cien veces más sangriento y destructivo no provocan la menor emoción en nuestro gran historiador. Por algo aclara al periodista, de un periódico gallego, sobre el asesinato de Robles, "gallego y amigo de Dos Passos", uno de tantísimos asesinatos cometidos por el Frente Popular: "Aun en el supuesto de que la KGB se hubiera cargado a Robles, ¿y qué? En la guerra muere gente". Ciertamente, en la guerra europea moriría mucha más gente que en la española, ¿y qué? Por cierto, también muere en la paz
Más rigor de Viñas: su venerada "República" se componía de stalinistas, socialistas aún más extremistas que estos y anarquistas; y, girando como satélites en torno a ellos, de republicanos (golpistas en cuanto perdieron las elecciones), de los no menos golpistas de Companys y de los ultrarracistas del PNV. Esa brillante constelación complace extraordinariamente al señor Viñas, y tiene derecho a ello, desde luego. Siempre que no quiera hacérnosla pasar por democrática. Pero su osadía, como su originalidad, no tiene límites, y eso es precisamente lo que pretende.
Todavía más rigor y originalidad: "La República combatió sola y murió sola". Eso es un hallazgo: Stalin no movió un dedo, no envió armas ni tropas especiales ni policía política, ni el PCE dependía de él. Tampoco Francia permitió el paso de ninguna ayuda al Frente Popular. Viñas se jacta de haber consultado muchísimos archivos, así que habrá que darle la razón.
No para ahí el torrente de rigurosa originalidad o de original rigor: "Hay que cuestionar la historiografía franquista y conservadora que sostiene que Stalin quería establecer en España una república popular". ¿Cómo iba a querer tal cosa? El Congreso de la Komintern que decidió la estrategia de frentes populares se oponía por completo a tal designio, según todos sabemos. Y las declaraciones de José Díaz y la Pasionaria al respecto no tienen el menor valor porque, como también sabemos, los dos próceres no dependían de Stalin para nada, eran incluso enemigos de él.
Ainda mais: "Negrín trató de llegar a algún tipo de acuerdo, pero chocó con la resistencia de Franco, que no quería una paz convenida". Lo intentó, claro, cuando estaba abocado a la derrota total, y con la idea de meter a otras potencias que garantizaran, probablemente, la partición del país; Azaña tiene unas expresiones burlescas sobre esos intentos de Negrín, que quizá se le hayan pasado por alto al maestro del rigor.
"Franco explica la guerra en clave anticomunista para amedrentar a las democracias occidentales". Muy bien, ¿y cómo consiguió amedrentarlas, si se trataba de una mentira tan flagrante como sostiene Viñas? ¿Es que esas potencias no tenían el menor conocimiento de lo que ocurría en España? ¿No tenían cuerpos diplomáticos, agentes de todas clases, informadores...? ¿O eran simplemente bobos?
A Negrín, nos confía finalmente, "sólo le resta una resistencia funcional que le permita evacuar a los líderes republicanos más significados, pero tampoco resulta". ¡Cómo que no resulta! Todos los líderes importantes se fugaron, acompañados de inmensas riquezas expoliadas a particulares, a museos, a la Iglesia, al patrimonio artístico e histórico de España. Quienes quedaron, porque los dejaron abandonados Negrín y los suyos, tan preocupados en cambio por evacuar los tesoros, fueron personajes secundarios, sobre todo los sicarios más comprometidos en el terror contra la derecha, y a quienes los franquistas ajustarían cuentas muy estrechas.
En fin, aclara: "Yo he defendido a Negrín desde pequeñito". Se nota. Viñas es "economista, diplomático, catedrático e historiador", dice la wiki. No dice que fue un cargo de cierta confianza en el gobierno franquista. Un olvido lo tiene cualquiera. El nivel intelectual de El País.
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