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Crónica Negra de la II República Española. Genocidio marxista en el Partido Judicial de Estepona.

lunes, 19 de julio de 2010

García Lorca era partidario de una dictadura militar. Gibson omitió el dato en sus libros

SEGÚN CONTÓ ROSALES A GIBSON

2010-07-19
LIBERTAD DIGITAL

La revelación se encuentra en el documental "Rosales, así he vivido yo". Realizado por Emilio Ruiz Barrachina, se presentó en una muestra en homenaje al poeta en La Casa Encendida, de Madrid. En él, se incluye una entrevista deLuis Rosales con el historiador Ian Gibson, celebrada en 1966, en la que Rosales contaba aspectos tan silenciados sobre Lorca como su amistad con José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange o la revelación, sorprendente, de que era partidario de que se impusiera en España una dictadura militar.

"No es que él fuera de derechas, tampoco sería eso verdad", explica Rosales en la entrevista en la que comenta que el poeta deseaba el fin de la violencia desatada en España y veía como solución una dictadura. También afirma que Lorca "tenía un pensamiento de derechas".

Su interlocutor, el historiador Ian Gibson, no mostró el menor interés en este aspecto desconocido de García Lorca, asesinado poco después del comienzo de la Guerra Civil y convertido en símbolo para la izquierda. 

Gibson optó, según recoge Ideal, en restar credibilidad a Rosales, del que dice que le dio "la versión del régimen franquista, porque esa era la que había en 1966, con el dictador en activo". Y en el caso de que sus palabras tuvieran algo de verdad, explica que en "un momento de tanto pavor, de terror y conocedor de las muertes que se producían, Lorca pudo quedar preso de las circunstancias".

El dato, que él conoció hace más de cuarenta años, no halló hueco en sus estudios sobre el poeta. Gibson aduce que "no hay constancia documental alguna sobre esa cuestión" y que "los Rosales nunca aclararon nada en su momento". Tampoco da crédito a la amistad de Lorca con José Antonio. Argumenta que "Falange la habría utilizado", que José Antonio "fue detenido en marzo de 1936", cuando se publicó en Roma un artículo de Celaya relatando la relación y que, de haber existido, "se hubiera hablado de ello y la habría conocido mucha gente".

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viernes, 16 de julio de 2010

Una fecha crucial en la historia de España

Guerra Civil
Pío Moa
"Considerar republicano a aquel intento de nuevo régimen ha sido, sigue siendo, uno de los mayores fraudes de la historia reciente de España."

2010-07-15

La noche del 12 al 13 de julio de 1936, Calvo Sotelo, entonces el líder más notorio de la oposición, fue asesinado por el Frente Popular (fuerza pública y milicianos socialistas). Esta es una de las fechas que marcan un antes y un después en la historia de España, porque resultó la gota que colmó el vaso de la indignación y convenció a muchos vacilantes, como el propio Franco, de que sublevarse contra aquel régimen era justo e indispensable. El asesinato constituía una declaración de guerra, y así lo vio la mayoría. Tal declaración continuó en días siguientes, cuando el PSOE encubrió a los asesinos, el gobierno reprimió a tiros manifestaciones de protesta, haciendo muertos y heridos, y la policía se dedicó a hacer razzias contra la derecha, en lugar de perseguir a los criminales (como solía hacer con motivo de cada asesinato anterior).
Fueron una auténtica confesión las palabras de Prieto equiparando el asesinato del dirigente político con el del teniente Castillo, realizado unas horas antes, por terroristas de derecha. Confesión porque demostraba que las fuerzas de orden público y las milicias de izquierda eran y actuaban como grupos terroristas. Por cierto, la misma equiparación hacen hoy los políticos e historiadores de izquierdas, demostrando así qué entienden por democracia.
El dislate de Prieto ponía además en el mismo nivel dos actos de magnitud política absolutamente distinta, lo que ayuda a entender asimismo su implicación en el magnicidio, como ya expliqué en El derrumbe de la república. Muy preocupado por la conspiración militar que el gobierno creía controlada como la de Sanjurjo, Prieto tenía el mayor interés en reventar la conjura antes de que esta madurase, y nada mejor para ello que una provocación brutal: ante ella, o los conspiradores saltaban de una vez o demostrarían no constituir ningún peligro serio. Además, las izquierdas deseaban una guerra civil, en sus propias palabras, seguros de que, disponiendo del poder, aplastarían pronto y definitivamente a sus enemigos.
El asesinato fue una empresa socialista: tanto los asesinos directos como el jefe de la operación, el capitán, Condés, de la Guardia Civil, eran hombres de Prieto, como probablemente lo era Castillo, instructor de las milicias del PSOE en tácticas que solo pueden calificarse de terroristas. Y Condés fue enseguida a dar parte de la acción a su jefe político. Lo explica este, aunque, como de costumbre, desfigura los hechos al pretender que Condés estaba arrepentido y quería suicidarse, versión simplemente grotesca. Lo que buscaba Condés era protección, encubrimiento, y Prieto, desde luego, se las dio. Con toda probabilidad, Prieto y los suyos habían quedado previamente en explotar cualquiera de los atentados derechistas de la época, muy escasos por comparación con los izquierdistas, para dar una réplica al más alto nivel, pues también fueron a por Gil-Robles, que estaba ausente. Otros datos significativos abundan en señalar a Prieto como autor intelectual del crimen.
Lo históricamente decisivo, repito, fue que el crimen obró como declaración de guerra, convenciendo de la necesidad de rebelarse a muchos indecisos. Y, por cierto, las esperanzas de la izquierda estuvieron muy cerca de cumplirse, porque el golpe, organizado por Mola, fracasó en tres días, y de no haber sido por Franco y sus tropas de Marruecos, el Frente Popular habría destrozado definitivamente a los sublevados.
Quienes siguen defendiendo como legítimo, democrático y republicano a aquel gobierno y a sus turbas izquierdistas, debieran reflexionar sobre tres puntos:
  1. El Frente Popular ganó, en febrero, en unas elecciones de extrema violencia y enfrentamiento, muchos de cuyos recuentos se hicieron sin autoridades, amén de otras irregularidades reconocidas por Azaña; y cuyas votaciones no se publicaron oficialmente. Si consideran democráticas elecciones semejantes, es bueno que todos lo sepamos.
  2.  El programa del Frente Popular hablaba de "republicanizar el Estado", siendo lo contrario de la república del 14 de abril. El gobierno trataba de implantar un régimen similar al del PRI mejicano, reduciendo la oposición a la impotencia; y sus partidos principales querían una revolución de tipo soviético. Se trataba, por tanto, de acabar con cuanto tenía de democrática la II República. Considerar republicano a aquel intento de nuevo régimen ha sido, sigue siendo, uno de los mayores fraudes de la historia reciente de España.
  3. Por tanto, el Frente Popular carece de legitimidad de origen. Y a continuación encendió un proceso revolucionario abierto, sangriento y en gran medida caótico. Su ilegitimidad volvió a exhibirse con la negativa del gobierno a cumplir y hacer cumplir la ley republicana, amparando en cambio la revolución, pese a la insistencia de la derecha en que cumpliera su obligación legal. Insistencia que valió a los derechistas amenazas de muerte en las mismas Cortes, cumplidas en Calvo Sotelo. Quien quiera una democracia así, o se sienta sentimental e ideológicamente heredero de ella, como el Gobierno actual, queda a su vez definido.

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martes, 29 de junio de 2010

"Besteiro era más anticomunista que Franco"

Breve historia de España...

Federico Jiménez Losantos y César Vidal explican cómo terminó la guerra civil española, con una guerra civil dentro del bando republicano en las calles de Madrid. Además, desmitifican que en las cunetas haya más de 100.000 fusilados.

Audio: Breve Historia... el golpe de Casado
2010-06-29
La semana pasada veíamos en Breve Historia de España... como en el bando republicano empezaban a surgir desuniones, especialmente por el comportamiento de los comunistas encabezados por Negrín, que derivaron en un intento de golpe contra el gobierno republicano dado por republicanos, el de Cartagena.
Esta semana, Federico Jiménez Losantos y César Vidal han repasado "uno de los sucesos más importantes y sin embargo menos conocidos de la guerra civil, que supuso realmente el final de la contienda". Se trata del golpe de Casado.
El motivo del silencio de este episodio, según Jiménez Losantos, es "porque deja en muy mal lugar a los que empezaron la guerra en el 34 y la continuaron en el 36, de ahí que no haya películas para ver como los tanques republicanos de Casado combatían con los tanques rojos de Negrín en la calle José Abascal y en el Paseo de la Castellana mientras los nacionales habían cercado Madrid".
En esa misma línea, César Vidal ha asegurado que "las películas sobre la guerra civil española de los últimos 30 años son todas iguales: un cura malo, un falangista sádico... y todas dan por terminada la guerra con el paso de la frontera francesa pese a que la guerra continúo unos meses más porque así lo quiso Negrín".
Vidal ha leído "lo que dejó escrito Julián Besteiro, que "es quien mejor explica por qué se produjo el golpe":
"La verdad real.
Estamos derrotados por nuestras propias culpas. Claro, que hacer mías estas culpas es pura retórica. Estamos derrotados nacionalmente por habernos dejado arrastrar a la línea bolchevique que es la aberración política más grande que han conocido quizás los siglos. La política internacional rusa en manos de Stalin, y tal vez como reacción contra un estado de fracaso interior, se ha convertido en un crimen monstruoso. La reacción contra ese error de la República de dejarse arrastrar a la línea bolchevique, la representan genuinamente, sea los que quieran sus defectos, los nacionalistas que se han batido en la gran cruzada antikomintern".
"Cuando habla de nacionalistas se refiere a los nacionales de Franco", ha aclarado César. El descontento de Besteiro le lleva, según César, "a unirse al golpe que empieza a fraguarse el 5 de marzo en el sótano del viejo Caserón del Ministerio de Hacienda en la calle Alcalá". Allí se instala –prosigue – "lo que entonces se llamó el Consejo Nacional de Defensa que a las 8 de la mañana deciden que sea un militar quien lo dirija".
El militar elegido para ello fue Casado, "aunque éste insistió en que fuera Miaja, que no estaba". Ese mismo 5 de marzo, "Besteiro, Casado y Cipriano Mera se dirigen por radio a los españoles diciendo que quieren acabar la guerra y alcanzar la paz sin represalias", ha relatado César Vidal.
Sin embargo, la organización del golpe hace que los comunistas reaccionen. "La noche del 5 al 6 de marzo, Barceló, mando comunista, se hace con el ejército del centro y manda las tropas contra Casado. El día 6 Negrín abandona España en avión".
Los comunistas se hacen con parte del centro de Madrid, "la división 8ª del 2º cuerpo de ejército se apoderó desde la Plaza de Colón a la de Cibeles mientras que la 42 brigada mixta hizo lo mismo en la zona de Nuevos Ministerios". Paralelamente, "se produjeron alzamientos comunistas cerca de Madrid: en Alcalá de Henares, en Torrejón de Ardoz y en la Alameda de Osuna". Federico ha explicado que en definitiva "se produce un pronunciamiento pacífico al modo clásico en Madrid y un golpe, digamos, con muchos focos comunistas contra el pronunciamiento". 
César Vidal ha explicado que "esos focos se dirigieron a Madrid y se unieron a los comunistas quedando la capital dividida: los comunistas controlaban el Parque del Retiro, las Plazas de Manuel Becerra e Independencia, la Comandancia General de Ingenieros y el Gobierno Civil mientras que el Consejo de Casado dominaba un pequeño triángulo formado por la Plaza de Cibeles, Antón Martín y el Teatro de la Ópera".
A partir del día 7 de marzo "los comunistas empezaron a fusilar a todo tipo de republicanos que no fueran del PC, incluidos los mandos militares". Ese día, "Mera lanzó sus tropas contra los comunistas con quienes estuvieron combatiendo en las calles de Madrid hasta el día 10".
El 12 de marzo "comienzan las negociaciones con Franco que duraron hasta el día 26". César ha explicado que "Casado intentaba conseguir garantías de que no se iba a juzgar a nadie, pero Franco tenía claro que había personas que merecían ser juzgadas". No obstante, "Franco ofreció a todos los miembros del Consejo Nacional salir del país, incluso les ofreció aviones para ello". César ha recordado que todos se fueron "a excepción de Besteiro, que se quedó pensando que podría interceder por otros republicanos". 
Federico ha remarcado que "lo que menos me gustó de Franco, que no es santo de mi devoción pero que menos mal que ganó la guerra a Negrín, es el trato que le dio a Besteiro, es injusto y poco nacional porque éste era un hombre de la izquierda nacional de toda la vida que desde el 34 se convierte en más anticomunista que el propio Franco y que luego cuando puede huir se queda, sacrificando su vida". Según Federico, ese comportamiento "merecía un respeto por parte de Franco".
El 1 de abril, "único día que Franco guardó cama durante toda la guerra debido a una gripe", el general dictó lo siguiente:
"Cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus objetivos militares. La guerra ha terminado.
Francisco Franco".
Mentiras de la historia: los muertos de las cunetas
Federico ha señalado que la izquierda dice hasta la saciedad que en las cunetas hay más de 100.000 desaparecidos, concretamente 103.000. César Vidal ha asegurado que "en primer lugar los actos de recuerdo a los muertos de un solo bando, ni siquiera recuerda a todos los del mismo". Federico ha apuntado que la izquierda tiende a olvidar a "los republicanos y anarquistas fusilados por los comunistas".
Para César la cifra de 103.000 muertos del bando republicano en las cunetas "es un disparate". El director de Es la noche de César ha asegurado que "las cifras de los muertos en la guerra civil española las sabemos casi a la unidad". De esta forma, ha enumerado los fallecidos por bandos: "en el campo de batalla murieron algo menos de 100.000, de los que algo menos de 45.000 eran nacionales, algo menos de 55.000 eran republicanos".
Sobre las cifras de la represión, "el Frente Popular fusiló a 56.576 mientras el bando nacional hizo lo mismo a 46.823". Por tanto, para Vidal, "es imposible que sean 103.000 los muertos que hay en las cunetas, serán algunas decenas, no más de un centenar". La cifra de los 103.000 viene, según César, "de un libro de Ricardo de la Cierva cuyo título dice 103.000, todos los muertos en el bando nacional tanto en la represión como en el campo de Batalla". Esa cifra – continúa – "alguien ha tenido que decir pues nosotros tenemos que tener más muertos, pues 103.000 y sólo en las cunetas".
Bibliografía recomendada
César Vidal nos recomienda esta semana:
  • AUTOR: William L. Shirer,
  • TÍTULO: Auge y caída del Tercer Reich, vol.I
  • PÁGINAS: 924 páginas.
  • EDITORIAL: Editorial Planeta
William L. Shirer fue corresponsal de United News Service y de CBS. Durante la época del ascenso de Hitler, estuvo destacado en Alemania y "supo dejar uno de los mejores retratos de aquel período". En este primer volumen, "se recoge desde la llegada al poder de Hitler hasta el estallido de la segunda guerra mundial".

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martes, 1 de junio de 2010

Condenan por lucrarse con la memoria histórica a uno de los grandes defensores de Garzón

DESVALIJÓ A SU ASOCIACIÓN 
Luis Miguel Cuervo, responsable de una de las asociaciones de la memoria histórica y uno de los grandes defensores de Garzón, ha sido condenado por realizar viajes de placer a costa de la plataforma y por apropiarse de una base de datos realizada por un grupo de investigadores.
2010-05-31

LIBERTAD DIGITAL
El que fuera presidente de la Memoria Histórica Todos los nombres de Asturias ha sido condenado por el Juzgado de Primera Instancia número 4 en Gijón por lucrarse desde su puesto gracias a la supuesta investigación de los crímenes del franquismo.
Según cuenta La Gaceta, el actual presidente en funciones, José Antonio Landera, presentó una demananda contra Luis Miguel Cuervo al sospechar que “se podría estar lucrando personalmente de la organización”. Cuervo fue uno de los convocantes de la marcha de apoyo al juez Garzón y uno de los firmantes contra el procesamiento del magistrado.
En el fallo judicial que todavía no es firme se dice que deberá restituir a la actual Junta Directiva “todos los objetos y elementos que obran en su poder” así como desbloquear la cuenta de la asociación.
Estos objetos reclamados son el libro de socios, la base de datos de 17.000 republicanos muertos o desaparecidos realizada por investigadores de la Universidad de Oviedo y que tuvo un coste de 300.000 euros, las llaves de la sede, dos teléfonos móviles además de la relación de facturas que forman parte de la contabilidad.
En este sentido, Cuervo, militante de CCOO, fundó en 2007 esta asociación junto a otras seis personas. Curiosamente, eligieron como sede social un local en Gijón de la inmobiliaria en la que trabajaba su mujer. Pero en 2009, los miembros de la junta se percataron de graves irregularidades en la gestión del presidente y “cuando se le pidieron cuentas, dimitió”.
Además, cuentan que “Cuervo solicitaba a los socios con los que tenía trato cercano que pidieran en los establecimientos que frecuentaban facturas a nombre de la sociedad”. Así, aparecen compra de ordenadores, cámaras de fotos y discos duros, e incluso dos facturas que solicitó en un restaurante por un valor de 1.050 euros, cada una, en concepto de 43 platos consumidos.
Incluso, Landera afirma que “Cuervo realizaba viajes de placer a costa de la asociación; gastaba sin mesura ni fiscalización. En cambio, al resto de los investigadores les restringía los gastos ocasionados por las vistas a distintos archivos”.

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martes, 18 de mayo de 2010

"Los fusilamientos de Rey D’ Harcourt y el obispo Polanco fueron crímenes de guerra"

Breve historia de España

Federico y César Vidal analizan esta semana en Breve historia de España... la batalla de Teruel de donde salió un mito de la historia, "la cobardía" del coronel Rey D’ Harcourt.

Audio: Breve Historia...La batalla de Teruel

2010-05-18

esRadio
Federico Jiménez Losantos y César Vidal analizan hoy la batalla de Teruel que se produce en un momento en el que la guerra "se podía acabar muy pronto". Estamos en noviembre de 1937, con el norte de España bajo control del ejército nacional tras las tomas de Vizcaya, Santander y Asturias, el ejército republicano derrotado en las batallas de Brunete y Belchite y con Franco trasladando hombres y material a las cercanías de Madrid para lanzar una gran ofensiva sobre Guadalajara y la capital de España y acabar así con la guerra.
Sin embargo, para evitar esa ofensiva Indalecio Prieto decide lanzar una contra Teruel. Para ello, según César Vidal, "contaba con cuarenta mil hombres, artillería comprada poco antes y blindados, frente a siete mil soldados del ejército nacional".
"Como los servicios de inteligencia republicanos sabían que Franco atacaría Madrid el 18 de diciembre deciden hacerlo ellos una semana antes, sin embargo una huelga de maquinistas de ten en Barcelona retrasó la ofensiva unos días, produciéndose finalmente el día 15", relata Vidal. Un día más tarde, Teruel está cercado y entorno al 25 "había dos pequeños focos de resistencia: uno en el Seminario y otro en el Gobierno Civil bajo el mando de los coroneles Barba y Rey D´Harcourt". Federico recuerda que en el seminario se encontraba su abuela.
La ofensiva ha sido un éxito y "el gobierno republicano piensa que ya ha ganado la batalla" apunta César. Sin embargo, "el día 22 de diciembre – prosigue - Franco firma una directiva para liberar Teruel y el 28 se desencadena la contraofensiva que es tan tremendamente dura que los cercados piensan que los van a liberar". De hecho, "iba a ser así porque los republicanos se habían retirado pero de repente dos grupos reaccionan y vuelven a la ciudad: los anarquistas de la 25 división y los carabineros de la división 40".
Las fuerzas republicanas entran de nuevo en la ciudad y "deciden acabar con la resistencia produciéndose la rendición de Rey D´Harcourt el 5", afirma César. El ejército republicano da por segunda vez ganada la batalla.
Pero la alegría en el bando republicano duró poco. César cuenta que "Franco el 17 de enero vuelve a dar la orden de atacar y se da la maniobra de Alfambra". El 6 de enero "se produce la impresionante carga de caballería con 3.000 caballos, la última de Europa occidental". Para el director de Es la Noche... la carga "se podía haber parado emplazando algunas ametralladoras, pero la imagen de 3.000 caballos avanzando es apabullante". El 21 "la ciudad es reganada".
César destaca que "en Teruel se produce un fenómeno que se repetirá hasta el final de la guerra: una gran ofensiva del ejército popular con una gran resistencia de un ejército nacional en inferioridad de condiciones, y una contraofensiva nacional que obtiene la victoria final".
Mentiras de la historia: La cobardía del Rey D´Harcourt
Federico considera que el coronel Rey D´Harcourt ha sido tratado de forma injusta, especialmente por su propio bando. El 5 de enero la guarnición que mandaba el coronel "estaba aislada en un sótano con varios cientos de civiles a su cargo, entre ellos el jefe de la Cruz Roja local y el obispo de Teruel, Monseñor Polanco", explica César.
El militar "pide permiso para trasladar a los heridos, cosa que le conceden a la vez que le exigen la rendición", algo que se produce finalmente. César asegura que "aguantó heroicamente, no podía seguir resistiendo". El 6 y 7 de enero el bando republicano lleva a Valencia a los prisioneros y "comienza en la prensa nacional un aluvión de críticas a Rey D´Harcourt". César destaca que "incluso durante la post guerra sigue produciéndose su denigración, "Franco llegó a impedir a la viuda la limpieza de su nombre".
"Hasta 1972 no se permitió el traslado de los restos mortales de Rey D´Harcourt a un panteón familiar a Logroño, hicieron que los familiares lo tuvieran que llevar en el maletero de un coche", indica César Vidal.
Como muestra de la honestidad e integridad de Rey D´Harcourt, César cuenta que "cuando estuvo prisionero le llegaron a ofrecer 3 millones de pesetas y su libertad, la de su mujer e hija, a cambio de unas declaraciones favorables a la República". Pero el coronel se mantuvo firme y finalmente fue fusilado junto con el obispo de Teruel y más de 40 personas más el 7 de febrero del 39, a punto de acabar la guerra, justo en los límites de la frontera con Francia. "Fue un asesinato injustificado, un crimen de guerra", apunta César Vidal que añade que "no había motivos ya para hacerlo".
Recomendaciones bibliográficas
César Vidal nos recomienda esta semana:
  • Título: "ADRIANO"
  • Autores: ANTHONY BIRLEY
  • Edita: GREDOS
  • Nº de páginas: 479
"Para muchos Adriano es conocido por la famosa novela de Yourcenar pero la verdad es que fue uno de los grandes emperadores romanos que manifestó un notable interés por la cultura a la vez que mostró notables dotes de estadista y de militar". Como en el caso de Marco Aurelio, "es fácil caer en la tentación de ver en Adriano a un hombre preocupado por cuestiones filosóficas". La realidad es que la continuidad y estabilidad del imperio ocupaban en su corazón y en sus acciones un espacio mucho mayor.

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miércoles, 21 de abril de 2010

Carrillo defendía la Amnistía en 1977: "Queremos hacer cruz y raya sobre la guerra civil de una vez para siempre"

REPENTINO CAMBIO DE PARECER

La izquierda ha dado un giro de 180 grados en lo referente a la Ley de Amnistía de 1977. Entonces la defendía vehementemente y la consideraba obra suya. Hoy reniegan de ella y quieren reformarla.

2010-04-21

FERNANDO DÍAZ VILLANUEVA
La última que se le ha ocurrido a la izquierda española es armar un sonoro escándalo mediático para reformar la Ley de Amnistía de 1977. Es chocante que sea la propia izquierda la que se embarque en una iniciativa semejante porque ella fue la responsable de que hace casi 33 años se promulgase aquella Ley.

La amnistía total e indiscriminada fue una de las principales causas de la izquierda durante la Transición. Decían que era un requisito indispensable para empezar desde cero haciendo borrón y cuenta nueva.Tanto el PSOE como el entonces influyente PCE, abogaron por una Ley de amnistía total, sin excepciones en ninguno de los dos bandos. Tras ímprobos esfuerzos y una larga negociación, la Ley en cuestión se publicó en el BOE el 16 de octubre de 1977. La amnistía era muy amplia, abarcaba todos los delitos políticos (incluidos los de sangre) cometidos durante la Guerra Civil, el franquismo y el año 1976 (hasta el 15 de diciembre).

Obtuvo un apoyo mayoritario en el Congreso: 296 votos a favor, 2 en contra, 18 abstenciones y 1 nulo. La izquierda lo celebró por todo lo alto. El día de su aprobación en las Cortes el hemiciclo se puso de pie y se aplaudió a sí mismo por llegar a tan elevado compromiso de reconciliación y perdón. A excepción de los representantes de la entonces Alianza Popular, que se abstuvieron, todos los grupos la apoyaron sin reservas. Y como muestra, ahí van unos cuantos botones de la sesión parlamentaria que debatió la Ley:

- Marcelino Camacho (PCE)
"La amnistía es una política nacional y democrática, la única consecuente que puede cerrar ese pasado de guerras civiles y cruzadas. Nosotros, precisamente, los comunistas que tantas heridas tenemos, que tanto hemos sufrido, hemos enterrado nuestros muertos y nuestros rencores. Pedimos amnistía para todos, sin exclusión del lugar en que hubiera estado nadie. Yo creo que esta propuesta nuestra será, sin duda, para mí el mejor recuerdo que guardaré toda mi vida de este Parlamento".

Triginer
Triginer
- Josep María Triginer (PSOE)
"El día de hoy cierra definitivamente una etapa histórica de nuestro país: la amnistía liquida lo que ha sido considerado delito político por el anterior régimen. Da paso a la etapa de transformación democrática que ya vivimos y de la que es un elemento importante e indispensable".


Benegas
Benegas
- José María Benegas (PSOE).

"La amnistía total ha sido innecesariamente retrasada una y otra vez por la ceguera política y el obstinamiento de quienes se resistían a convencerse de que era inevitable, porque ninguna democracia se puede construir manteniendo presos, exiliados y represaliados, producto de una dictadura que se pretende superar. Pero que nadie se crea que hoy estamos otorgando algo. Hoy solamente estamos cumpliendo con un profundo deber de demócratas.

Arzallus
Arzallus
- Xabier Arzallus (PNV)

"Olvidemos, pues, todo. Sin embargo, tal vez, aunque los que estemos aquí estemos dispuestos al olvido, hay sectores de nuestra sociedad que no están aquí representados, que no están dispuestos al olvido. La ley que nosotros estamos haciendo aquí hemos de procurar que efectivamente vaya bajando a la sociedad, que esta concepción del olvido se vaya generalizando, vaya tomando cuerpo y corazón, porque es la única manera de que podamos darnos la mano sin rencor, oírnos con respeto".

Arias Salgado
Arias Salgado
- Rafael Arias-Salgado (UCD).

"Estamos tratando de hacer realidad una vieja y sentida aspiración que jamás ha llegado a echar sólidas raíces en la Historia de España: la definitiva institucionalización de un Estado democrático y de derecho que ampare la libertad de todos y en el que todos, en el respeto a los demás, lleguen a encontrar su sitio".

Oposición sí, pero de Alianza Popular

Antonio Carro
Antonio Carro
El único en oponerse a la Ley fue Antonio Carro, antiguo ministro de Franco y diputado de Alianza Popular, que habló en estos términos: "Me temo que la amnistía que nos proponéis, en lugar de contribuir a la reconciliación nacional, se traduzca en un fermento de inseguridad social, en la institucionalización del desconocimiento del Estado de Derecho y en una profunda erosión de la autoridad. Frente a los ataques a la democracia no es buena medicina la amnistía. La única medicina que aplican las democracias más genuinas y consolidadas es una estricta aplicación de la ley. (...) Una democracia responsable no puede estar amnistiando continuamente a sus propios destructores. He dicho".

Carrillo durante un mitin
Carrillo durante un mitin
Fuera del Congreso de los diputados la Ley de Amnistía era uno de los temas más recurrentes en la prensa y en la calle. Se hizo entonces famoso el eslogan "Llibertat, Amnistia, Estatut d’Autonomia", que nació en Cataluña y se extendió luego a toda España. Los grandes líderes comunistas del momento tenían la amnistía como un asunto de la máxima prioridad. Así, a principios de octubre, semanas antes de promulgarse la Ley, Santiago Carrillo dijo en un mitin que los comunistas querían "hacer cruz y raya sobre la guerra civil de una vez para siempre" porque había que "superar definitivamente la división de los ciudadanos españoles en vencedores y vencidos de la guerra civil".

Quien los ha visto y quien los ve.

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lunes, 15 de marzo de 2010

Asesinados en Estepona (Málaga) durante la dominación marxista


Estepona permaneció en poder republicano entre el 18 de Julio de 1936 y el 14 de enero de 1937. En esta localidad no hemos podido hallar sucesos demasiado destacables, aparte de los consabidos asaltos e incendios, sobre todo a la iglesia, y 24 asesinatos que se produjeron de vecinos en el propio término municipal. No tantos, comparados en proporción al número de habitantes, cuyo número ascendía a 12.000 a los inicios de la guerra, en relación con otros pueblos como por ejemplo Casares donde fueron asesinados 56 vecinos; muchos de ellos en las cunetas del término de Estepona.
Tal vez esto se debió tanto a la buena voluntad de su alcalde, el cual renegó de cometer o de instar a cualquier crimen y tal vez por el hecho de que era sede y cuartel del subsector del frente que llevaba su nombre.
El único hecho destacable, al margen de estas quince víctimas, fue la quema de la Iglesia de Los Remedios con el Alzamiento y en otras dos ocasiones: con motivo del 1 de mayo anterior y el día 20 de febrero, por parte de Antonio Aguilar Martín como uno de los instigadores, tras el triunfo del frente popular del día anterior; así como su utilización para vivienda de refugiados y cuadras para los animales (profanación).

Los esteponeros o residentes asesinados durante el período marxista en Estepona fueron:

D. Felipe Ariño Chacón. Natural de Estepona. 36 años de edad. Vivía en la calle que después de la toma nacionalista se denominó Generalísimo Franco Nº 77, actual calle Real. Casado con Doña María Panizo Ibáñez. Dejó cinco hijos de entre 14 años y dos meses de edad. En 1931 era presidente de UGT; pasándose a Acción Popular y después a Falange. Nunca desempeñó cargos públicos. Empleado de profesión y 36 años de edad. Acudió a detenerlo en su domicilio, el día 20 de agosto de 1936 en que fue asesinado, una partida de milicianos de la FAI acompañada por dos vecinos de Estepona. Cuando Felipe vio que iban a detenerlo saltó por la ventana a un tejado y después hacia la carretera para intentar refugiarse en el Cuartel de Carabineros que se encontraba casi enfrente. Pero uno de los participantes, campero del pueblo, apodado “Lobito” apostado en la carretera le disparó con un fusil por la espalda matándolo en el acto de un tiro en la nuca. Murió frente al café conocido como La Mezquita, en el Paseo del Carmen.
De “Lobito” se cree que huyó al extranjero; pero curiosamente, según un informe de 1944, un tal Francisco López García alias “EL Lobito”, campero o labrador de profesión y con residencia en el Arroyo las Cañas, fue objeto de investigación por parte de Falange conceptuándole como persona “afecta al Glorioso Movimiento Nacional” por haberse afiliado a FET en febrero de 1937 y haber luchado con las tropas nacionalistas tras la toma de Estepona. En cuanto al segundo vecino de Estepona murió en el frente de Casares a finales de 1936.
Doña María Carrasco Pérez. Natural de Estepona. Ama de casa. 57 años de edad. Sin filiación política. Casada con Bartolomé Aragón Caravaca. Fue detenida violentamente el día 11 de enero de 1937, por un individuo apodado “el Madruga”, que había sido camarero en La Línea, tres días antes de la toma de la ciudad por los nacionales y asesinada el mismo día 14 por unos cuantos individuos de Estepona, sobre las tres y media de la tarde, justo cuando las primeras tropas nacionalistas entraban en la ciudad. Fue dejada en la calle donde los soldados la recogieron moribunda con un tiro en la cabeza y otro en el pecho. Su cuerpo fue arrastrado hasta la calle de la Villa donde fue abandonado. Se presume que fue muerta por vecinos del pueblo, pues los milicianos abandonaron la localidad a las diez de la mañana, en plena batalla por la toma de la ciudad. Cuando los primeros soldados nacionalistas entraron en el pueblo y se dirigieron a la cárcel aún estaba con vida, pero no pudieron hacer nada por ella.
D. Antonio Romero González. Natural de Ayamonte (Huelva) y vecino de Estepona. Afiliado a Falange de Jerez de la Frontera desde 1934. 22 años de edad. De profesión empleado. Soltero.
En la madrugada del día 20 de agosto de 1936 un grupo de milicianos de la FAI intenta detenerlo pero logra escapar a tiempo. Su padre lo esconde en varios lugares entre los días 21 y 22. Ese día al anochecer sale de su refugio y se dirige a la playa donde éste le había preparado un bote para esconderse. Cuando es descubierto por un grupo de milicianos, corre y se tira al mar. Se establece un tiroteo entre él, que portaba un revólver y los milicianos. Logran detenerlo y lo trasladan a Manilva. Allí, un practicante de nombre Francisco Illescas lo acusa de ser un fascista y anima a que lo fusilen. Inmediatamente es montado en un coche en dirección a Estepona. Lo fusilan miembros de la FAI el día 25 de agosto con un tiro en la cabeza, y en varias partes del cuerpo, en el paraje de El Padrón de este municipio. Después es trasladado al cementerio de la localidad. La casa de su padre, Manuel Romero Rosas, fue saqueada y no pudiendo marcharse éste tuvo que ver diariamente como se paseaban frente a su casa los asesinos de su hijo. Éste había hecho publicidad de la candidatura de derechas en las elecciones de febrero del 36.
D. José Fernández Díaz. Apodado “Pino”. Natural de Estepona. Industrial de 33 años de edad. Casado con María Belsué Troyano. Deja tres hijos. Con domicilio en calle Generálisimo Franco 115 (actual calle Real). Relacionado con falangistas aunque se desconoce si era afiliado. A principios de octubre un miliciano se presenta en la puerta de su casa tomando nota del número de la puerta. Allí llevaba recluido desde que estalló el Alzamiento. Creyendo que durante la noche irían a sacarlo de su domicilio, se marchó rápidamente y se refugió en casa de su madre. Al día siguiente se desplaza a casa de una hermana en La Resinera, a siete u ocho kilómetros al este de Estepona. Como se trataba de un caserío con muchos vecinos, temiendo ser delatado se marcha y busca refugio en una cueva sita en una cañada. Después de varios días escondido es descubierto por unos milicianos de Cancelada. Allí se hacen cargo de él los cabecillas Enrique López del Río, de Estepona y Eduardo Troyano Martínez. Lo montan en un coche con éstos y varios milicianos más y lo fusilan, disparándoles todos, en el lugar conocido como El Castor, en una finca de su abuelo; después queman el cadáver.
El vecino de Estepona Antonio Pitalúa Infantes, presente en este acto, llegó a decir que “si no ardía bien que fueran a su finca por leña, que tenía bastante en su choza”, según la declaración de Francisco Alarcón López. La finca de Pitalúa estaba cerca del lugar donde fue quemado José Fernández. Sus restos permanecieron en el lugar durante tres meses, hasta la llegada de las tropas nacionalistas, y trasladado después al cementerio, donde se le dio sepultura. Dejó tres hijos de entre cinco años y cuatro meses.
Participaron también en su asesinato José Ramos Caravaca y Luis Rodríguez Espinosa, vecinos de Estepona; así como varios miembros desconocidos de la FAI. No pudiéndose averiguar si también participó Francisco Infantes Ruiz quien sería interrogado en Málaga en 1939. Participaron también Juan Gil Sánchez y su esposa María Díaz Troyano quien sería la que descubrió el lugar donde José Fernández se refugiaba. Ambos fueron detenidos en 1939.
Enrique López fue fusilado con la toma de la ciudad; el segundo cabecilla se cree que huyó al extranjero.
El caserío de la Resinera donde se refugió y del cual tuvo que huir, pudo ser el mismo que José Chacón Marchena relata en su huida de Estepona y que vio como era blanco de los cañones del crucero Almirante Cervera el día 14 de enero de 1936.
D. José Tellez del Río. Natural de Atajate (Málaga). Sacerdote de 72 años, sin filiación política. Detenido el día 5 de noviembre de 1936, permaneció seis días en la cárcel hasta el día 11 del mismo mes. Esa noche se presentó en el lugar una patrulla de milicianos comandada por “El libertario” con un “vale por un cura”. Fue sacado y asesinado en la zona de Estepona conocida como “Los Llanos” o Cortijo Reinoso y dejado en la cuneta derecha de la carretera general 340. Fue tiroteado y apuñalado, además de serle seccionados el pene y los testículos, al parecer cuando aún tenía vida. Actualmente una calle de Estepona lleva sus apellidos en la Barriada Solís.
En el asesinato participaron siete vecinos de Estepona: José Herrera Gil, Juan Navarro Madueño, Antonio Guerrero Pomares, Miguel López Ramos, Diego Guerrero Begines, Miguel López Navarro y Antonio Flores López, el conductor del coche, posteriormente sería detenido en Málaga y condenado a 30 años. Éste se jactaba de decir, al día siguiente, que había matado al sacerdorte y le habían quemado “sus partes”, según el testigo Diego Martín Ordoñez.
El resto fueron fusilados por los nacionalistas tras un Consejo de Guerra celebrado en el pueblo, una vez liberado. Su Hermano Juan Tellez del Río murió también en manos de los marxistas en Atajate.
D. Antonio Mena Fernández. Natural de Estepona. Casado con María Padilla Morales. De profesión labrador y propietario. 48 años de edad. Deja una hija. Afiliado a Acción Popular. Desempeñó el cargo de concejal del Ayuntamiento en 1934. Permanecía escondido en el tejado de la casa de su hermano cuando fue descubierto y detenido por una patrulla de milicianos posiblemente de Málaga. Es trasladado a la cárcel, donde permanece diez o doce días. En la madrugada del 7 al 8 de septiembre de 1936, un grupo de milicianos de la localidad lo llevan a Marbella donde le fusilan con varios tiros en la cabeza, en la zona de Río Verde. El cadáver fue encontrado por unos labradores del lugar, quienes lo enterraron allí mismo donde aún permanecía en 1941. Dejó una hija de cinco años.
Su muerte se decretó por parte de un Tribunal de urgencia de los revolucionarios e ilegales comités de Salud Pública, celebrado en Estepona bajo la dirección de Germinal Alfarache como presidente y José Vázquez como vocal, ambos vecinos de Los Barrios (Cádiz). Además participaron también un tal “Bondoso” fotógrafo de la Línea de la Concepción (Cádiz); David Gómez Paradas, médico granadino con residencia en Estepona; Lorenzo Caravaca Gómez; Manuel Narvaez Fernández y Enrique López del Río, todos vecinos de Estepona. Este último fue el encargado de entregarlo para su ejecución a los miembros del Comité de Investigación y Vigilancia de dicho tribunal, compuesto por: José Ramos Caravaca, Jefe de Grupo; Juan Sánchez Troyano alias “Seis dedos”, Eduardo Troyano Martínez y otros varios, todos ellos vecinos de Estepona; así como un individuo apodado “el Manopla”.
Algunos de ellos fueron muertos durante la toma del pueblo; otros fueron fusilados por sentencia de Consejo de Guerra celebrados por las nuevas autoridades; el resto fueron detenidos en Málaga tras la conquista de la ciudad en febrero de 1937.
D. José Mª de Lara Nieto. Contable del Banco Español de Crédito de la sucursal de Estepona. 35 años de edad. Nacido en Málaga. Afiliado a Acción Popular. Casado con Doña Salvadora Simón Guerrero. Deja dos hijos. Nunca desempeño cargo público. Desapareció el 20 de agosto de 1936, el mismo en que fue asesinado. Su cuerpo fue hallado en una finca del partido rural de Cortes (Estepona). Presentaba diversas heridas en todo su cuerpo por arma blanca y armas de fuego. Los autores fueron una patrulla de la FAI, cuya procedencia se ignora, y los hermanos de Estepona Antonio y Diego Fuentes Bermúdez. Estos fueron ejecutados por sentencia de Consejo de Guerra. Lara Nieto fue enterrado en el cementerio de Estepona, su lápida aún se encuentra en el viejo cementerio de Estepona a pocos metros de la entrada sur a la derecha.
D. Adolfo Cordero Ramos. 46 años de edad. Nacido en Moguer (Huelva). Casado con Doña Angeles Benítez Blanco. Sin hijos. Mecánico y carpintero de profesión. Afiliado a Acción Popular. Nunca desempeñó cargo público. Desapareció el 20 de agosto de 1936 tras su detención y registro de su domicilio. Su cadáver fue encontrado, en el Cortijo Reinoso de Estepona, con heridas por todo el cuerpo y con los dedos de una mano amputados. Era constantemente tachado de fascista por parte del socialista esteponero Joaquín López Gutiérrez; al parecer por motivos de “rivalidad laboral”. Si bien a éste no se le pudo imputar ninguna detención ni asesinato. Participó en su detención el vecino de Estepona Francisco Aragón Navarro, aunque según la viuda de la víctima nunca ejerció violencia contra ella ni participó en el registro de su casa, según un informe de 1939. Los autores de su asesinato fueron miembros de una patrulla de la FAI.
D. Antonio Mena López. 46 años de edad. Pescador de profesión. Afiliado a Acción Popular. Nunca ejerció cargo público. Desapareció el 20 de Agosto de 1936. Su cuerpo fue hallado también, con heridas de bala en todo su cuerpo, en el Cortijo Reinoso. Los autores fueron miembros de una patrulla desconocida de la FAI. De este asesinato fueron testigos o autores dos individuos que fueron localizados en Larache, Marruecos, llamados Fº Vázquez Díaz y Enrique Guerrero Márquez.
D. Carlos Florán Barberán. 27 años de edad. Según Ramos Hitos (página 265) era hermano de un T.te. Coronel de Carabineros. Nacido en Torre del Mar. De profesión practicante. Afiliado a Falange Española de Málaga. Nunca desempeñó cargo público. Desapareció el 1 de septiembre de 1936, el mismo día de su muerte. Su cadáver fue encontrado en el lado derecho de la carretera a la altura de El Padrón (Estepona). Presentaba heridas de armas de fuego en varias partes de su cuerpo y mutilación del brazo derecho a golpe de sable, machete o hacha. Los autores de su vil asesinato fueron miembros de la FAI.
D. Francisco Jiménez Flores. 52 años de edad. Socialista. Agricultor. Nunca desempeñó cargo público. Desapareció el 11 de septiembre de 1936, se cree que ese mismo día fue asesinado. Fue hallado en la zona conocida como La Ventilla (El Padrón) de Estepona. Presentaba numerosas heridas por arma de fuego y había sido rociado y quemado con gasolina. Su cuerpo fue rociado con gasolina y quemado. Los autores fueron miembros desconocidos de la FAI. De este asesinato fueron autores o testigos los mismos que en el caso de D. Antonio Mena Fernández, según oficio de la Guardia Civil de Estepona.
D. Manuel Benítez Chacón. 30 años de edad. De profesión mozo cargador. Afiliado a la CNT. No habiendo ejercido cargo público. Desapareció, el 8 de octubre de 1936, el mismo día de su asesinato, conducido por miembros armados de la FAI. Un año después de acabada la guerra su cuerpo aún no había sido encontrado por lo que fue dado por muerto.
D. Buenaventura Salazar Rodríguez. 60 años. Tte. de Carabineros retirado. Afiliado a Acción Popular. Residente en Cancelada. Desapareció el 24 de septiembre de 1936. Fue sacado de su domicilio por miembros de la FAI. Parece que tuvo relación con su asesinato el vecino, natural de Pujerra o Igualeja, y domiciliado en Cancelada, Salvador Ductor Olmos; ya que se le vio dando informes sobre éste, horas antes de su muerte, a sus asesinos.
En 1940 aún no había aparecido su cuerpo, dándosele por muerto; aunque finalmente fue hallado en Marbella, según Ramos Hitos. Al parecer estos dos últimos fueron asesinados en Málaga, por lo que no se hallaron testigos ni autores de su muerte, al menos al inicio de la Causa General de Málaga.

De éstos no existe declaración en las diligencias previas a la Causa General en Málaga, por residir sus familias fuera de Estepona. Paradójicamente, el familiar de referencia de este oficial de carabineros retirado, era un jefe de Carabineros destinado en Barcelona en el bando republicano. Nadal data su muerte en el frente de Marbella, lo cual no es correcto pues estaba retirado y no fue muerto en combate, sino asesinado por las hordas.
(Anexo.-11)
A estos 13 fallecidos habría que sumar a D. Antonio Mena Fernández, diferente al que ya hemos citado, según fuentes de Ramos Hitos. Éste vecino, guardia civil retirado, fue ejecutado el día 1 de septiembre de 1936. (Anexo.- 5)
Asimismo, entre los informes de la Falange, figura como asesinado también D. Antonio Cipriano Mena quien, posiblemente, residía en Cancelada. Los posibles autores o responsables de su detención o muerte, según informes de 1941, pudieron ser el vecino de la Línea Andrés Flores Sánchez y los vecinos de Cancelada Diego Morito del Río y Antonio Illescas Pavón. Curiosamente Diego Morito del Río aparecía como bien conceptuado en un informe de Falange de 1939, sin que constase afiliación política alguna a partidos de izquierdas.


Estos 15  asesinados por las hordas marxistas en Estepona. Exceptuando las que se efectuaron en el pueblo por parte de vecinos y víctimas de otras localidades que aparecerían en las cunetas del término esteponero.
De los legajos donde se aporta información sobre los autores de estos crímenes, curiosamente ha desaparecido de los archivos de Estepona uno de los legajos más importantes, el Legajo 02 donde deberían consignarse los informes de los principales cabecillas de la revolución marxista en Estepona y los hallazgos y detenciones, de personas relacionadas con hechos violentos, habidos durante la mitad del año 37 y la totalidad del 38.

Los responsables o sospechosos de estas muertes fueron:
Antonio Cortes Rodríguez. Afiliado al partido socialista, fue antes del Movimiento el presidente del Sindicato Agrícola de Estepona. Con posterioridad al Alzamiento ocupó el cargo de Jefe de Orden Público y comisionado del Comité de Guerra de Estepona en Gibraltar, donde realizó labores de información, abastecimiento y policíacas. Bajo sus órdenes fueron detenidas y perseguidas varias personas de orden de la localidad que hasta entonces habían pasado desapercibidas para los marxistas. En 1937 fue detenido en Málaga tras la toma de la capital por las tropas de Franco.

José Flores García. Alias “el Cuarterón”. Vivía en la calle Torrejón nº 26 de Estepona. La historia del Cuarterón es de novela y más que formar parte de la represión marxista, su actividad la desarrolló en los frentes y en la sierra, después de haber luchado en ambos bandos lo que le aporta a su vida un marcado carácter romanticista. Cuando estalla el Alzamiento es movilizado por el Ejército Rojo y, una vez conquistada Málaga, se pasa a las filas nacionalistas. Posteriormente es hecho prisionero por los republicanos (se decía que fue provocado para poder ver a sus padres). En 1945 aún no se había confirmado tal extremo. En 1940 no se le consideraba peligroso de hecho incluso se le considera afín al Movimiento. Pero, paradójicamente, en informes de 1945 se afirma que participó en todos los asesinatos y atracos cometidos en el término municipal de Estepona y que era un “fugitivo muy peligroso”, por el hecho de que no asistió a una citación de la Guardia Civil para practicar unas diligencias y se uniera a las partidas de forajidos que había en la sierra. Según un informe de 1944, sin embargo, se hacía constar también que no podía inculpársele aún ningún hecho delictivo concreto.
Francisco Galindo Expósito. Se desconoce el lugar de nacimiento. Fue uno de los principales cabecillas de la represión marxista en Estepona. Protagonizó el robo de la dinamita que había en unos almacenes del puerto con la que se volaron varios puentes de la carretera Málaga-Cádiz. También intervino en la detención de varias personas de orden, si bien se desconoce que participara en asesinatos. Fue condenado en Consejo de Guerra a 30 años de prisión. En 1944 estaba en libertad condicional en Estepona.
Francisco Hormigo Padilla. Otro de los principales agitadores. Perteneció al Comité Central. Fue sancionado en Consejo de Guerra y en 1944 se encontraba en libertad condicional en Estepona.
Sebastián García Muñoz-Boluda. Natural de Valdepeñas (Ciudad Real). Vivía en calle Sargento Juan Vázquez de Estepona. Fue un destacado dirigente de los Comités de Guerra y de Salud Pública y participó en las detenciones de personas de orden. En 1944 se encontraba en Estepona disfrutando de libertad condicional.
Salvador Ductor Olmos. Natural de Pujerra o Igualeja, con residencia en la barriada de Cancelada. Fue el autor del informe que sirvió para detener a D. Buenaventura Salazar, vecino de la misma, que fue posteriormente asesinado. Al parecer huyó tras la liberación de Estepona y un informe de Falange daba cuenta de él en 1940.
Rafael Navarro Guerrero. Perteneció al Comité Central y organizó o participó en prácticamente todos los actos violentos que se predujeron en Estepona durante la dominación marxista, desde el robo de ganado hasta las detenciones de personas de orden y la quema de la Iglesia. En abril de 1937 se encontraba residiendo en la calle Gigantes de Málaga.
Diego Hormigo Infantes. Íntimo colaborador del anterior en todos los sucesos que se le atribuyen. En 1937 residía en Málaga en calle Cuarteles.
Juan Ríos, alias “El Cojo Rios”. Usaba muletas tenía 23 años y pertenecía a las juventudes socialistas. Era considerado como un elemento “peligrosísimo”.
Antonio Vilches Partal. 35 años de edad. Natural y vecino de Estepona. Con domicilio en calle Montecillo. Afiliado al partido socialista desde el 18 de octubre de 1933. Asistió a la Asamblea Popular que se celebró en el cine Salón Anita para deliberar sobre la muerte de las personas de derechas que se hallaban encarceladas. Aunque en un informe de 1939 no se pudo determinar si había formado parte del Tribunal representativo de dicha Asamblea. Sin embargo en ese mismo informe se añadía que “se tiene conocimiento que después de terminada la Asamblea, que antes se menciona fue nombrada por la misma una Comisión de cinco individuos llamada de Responsabilidad a la que dieron amplio voto de confianza para que decidiera sobre la suerte de las personas que por la citada Asamblea quedaron encarceladas y para que detuvieran a algún otro de los libertados, si a juicio de esta Comisión procedía su detención por considerarlo fascista.- Este individuo fue uno de los nombrados para esta Comisión, que debido al gran trabajo e influencia que sobre esta Comisión ejercieron los familiares de los detenidos, fueron puestos en libertad, aunque días después, fueron casi todos sacados de sus casas y vilmente asesinados.- Huyó al ser liberada esta población y se desconoce la actuación y conducta observada durante su ausencia.- Ha sido elemento muy destacado de izquierdas que actuaba con los dirigentes marxistas.
Estepona día 30 mes de junio año 1939. Año Triunfal”
Sin embargo otro informe de 1940 redactado casi en los mismos términos que el citado, omite lo relacionado a las muertes que se mencionan y se añade que muchas personas de orden hablan bien de este “individuo en el sentido de considerarlo persona de nobles sentimientos”.
Francisco Aragón Navarro. Nacido en Estepona con residencia en calle Sevilla nº 42. Afiliado a U.G.T. Tomó parte en la detención y encarcelamiento de Adolfo Cordero Ramos quien fuera posteriormente asesinado. Se incautó de la finca de Juan Márquez Parrado, sita en el partido de Guadalmansa, que había tenido arrendada antes de haber sido desahuciado de la misma.
Joaquín López Gutierrez. Destacado propagandista de izquierdas. Nacido en Fuengirola y residente en Estepona en calle Monterroso nº 4. De profesión carpintero. Se afilió al partido socialista el 7 de febrero de 1936. Acostumbraba a criticar a las personas de orden califícándolas de fascistas. En un informe de 1939 no se pudo comprobar que participara en la detención del asesinado Adolfo Cordero Ramos, pero alentaba a los extremistas hablando mal de este señor, según dicen porque ejercía el mismo oficio. Se le oyó decir, respecto a las personas de orden encarceladas, que aún quedaban muchas en libertad. Refiriéndose al domicilio de Adolfo Cordero Ramos llegó a decir que a su casa “dos vueltas le tengo echada a la llave, está seguro”, según declaraciones de dos vecinos a la brigada de información de Falange.
Antonio Pitalúa Infantes. Vecino y natural de Estepona. Con residencia en calle Sevilla nº 2. Estuvo presente en el asesinato por cremación de José Fernández Díaz alias Pino. Llegó a decir que “si no ardía bien que fueran por leña a su finca que en la choza había bastante”. En 1939 no se le pudo atribuir algún otro hecho delictivo. Salió huyendo a la entrada en Estepona de las tropas nacionalistas y volvió una vez terminada la guerra.
Manuel López López, alias Manopla. Natural de Estepona. 63 años. Con residencia en calle Huerto nº 20. Afiliado a la U.G.T. Propagandista de izquierdas durante la República. Según un informe de 1939 se encontraba entre los que detuvieron a un vecino de Estepona llamado Francisco Pérez Gómez, al que intentó asestar un palo en la cabeza que fue evitado gracias a los familiares de la víctima que lograron impedirlo. Huyó al ser liberado el pueblo y volvió tras la “liberación total”.
Miguel López Navarro, alias Manopla. 35 años de edad. Natural y vecino de Estepona. Con domicilio en calle Huerto. Afiliado a U.G.T. Formó parte del Comité de Abastos en el que tuvo una destacada actuación. Intervino en la detención del vecino Manuel Vallejo Díaz y saqueó su casa. También registró la casa de José Vilches López, llevándose una escopeta. Era uno de los que iban en el grupo la noche que sacaron de la cárcel y asesinaron a D. Antonio Cipriano Mena. Acusó en Málaga ante el Tribunal Popular a los vecinos de Estepona Cristóbal Carrasco Téllez y Carlos Cáceres Contreras que se encontraban detenidos en el “Marqués de Chávarri”. Participó en los combates de San Roque. Huyó de Estepona tras la toma nacionalista y volvió tras “la liberación total”, según un informe de 1939.
Constantino Herola Beffa. Natural y vecino de Estepona. 40 años de edad. Residía en calle Málaga nº 10. No sabía leer ni escribir. Afiliado a la C.N.T. Prestó servicios con armas en el Comité de Salud Pública. Amenazó al vecino Juan Illescas Pavón con detenerlo en “la segunda vuelta” y que se anduviera “con ojo”. Participó en la destrucción de la capilla del Hospital Antiguo y montó guardias en la cárcel. Se caracterizaba por su incultura y por su palabrería que, según los testigos, después no llegaba a cumplir. Se ganaba una ración de comida limpiando los despojos de los animales que mataban en el matadero. Huyó tras la llegada de los nacionalistas y volvió tras su “liberación total”.
Diego Morito del Río. A tenor de la documentación analizada, existe confusión sobre este vecino de Cancelada, natural de Estepona. Tenía 28 años de edad en 1939. En un informe de esa fecha, tras su vuelta a Estepona después de la “liberación total”, se mantiene que, aunque hizo alguna propaganda izquierdista, observó buena conducta. Además se indica que no participó en ningún hecho delictivo. No obstante existe otro informe posterior de 1941 donde se afirma que éste se encuentra, junto a otros vecinos de La Línea y Estepona, entre los asesinos de D. Antonio Cipriano Mena, vecino de Cancelada.
Alfonso García Gil. 24 años. De profesión agricultor. No sabe leer ni escribir. Natural y vecino de Estepona con domicilio en calle Huerto nº 48. Afiliado a la C.N.T. Durante la dominación marxista prestó servicios de armas y delató como fascista a uno de sus vecinos. Participó en la detención de varias personas de orden, aunque no le constan otros delitos. A la entrada de las tropas nacionalistas salió huyendo y volvió a la “liberación total”.
Andrés Flores Sánchez. 27 años de edad. Natural de La Línea de la Concepción. Vrdulero de profesión. Afiliado a C.N.T-F.A.I. Llegó a Estepona recién iniciado el Alzamiento. Tuvo una actuación destacada en los desmanes cometidos durante la dominación marxista. Intervino en la detención del vecino Ildefonso Gil Hinojosa y amenazó con matar a un vecino encarcelado si los “fascistas” entraban en el pueblo. Fue denunciado por este vecino de unirse al grupo que sacó de la cárcel y asesinó a D. Antonio Cipriano Mena. Huyó a la entrada de las tropas nacionalistas y regresó a La Línea tras la “liberación total”.
José Hormigo Harina. 38 años de edad. Natural y vecino de Estepona con domicilio en calle Sevilla nº 4. Afiliado a U.G.T. Conocido agitador izquierdista aficionado a la bebida. Mostró su disconformidad encarecidamente con la liberación de los encarcelados a resulta de la Asamblea del cine Salón Anita, a donde acudió como público asistente, diciendo que “siguiendo así ninguno iba a ser fascista”. No intervino para defender a ninguno de los vecinos de orden encarcelados, aunque no se pudo comprobar su participación en otros hechos delictivos. Huyó de Estepona tras la toma de la ciudad por las tropas de Franco y volvió a la “liberación total”.
Juan Galiardo Núñez. 28 años de edad en 1939. Natural y vecino de Estepona. Con domicilio en calle Caravaca nº 50. Afiliado al partido socialista desde el 27 de octubre de 1933. Presidente de las Juventudes Socialistas desde el 6 de febrero de 1934. Se encuadró en el Batallón Pablo Iglesias. Actuó en la detención de los vecinos Andrés Febrero Chacón y Antonio Benítez Díaz. Montó guardias en la puerta de la cárcel. Marchó de Estepona hacia Málaga con su batallón el mes de septiembre de 1936 y regresó a Estepona tras “la liberación total”.
Antonio Illescas Pavón. Vecino de Cancelada.
Enrique López del Río. Vecino de Estepona. Participó en el tribunal que decretó la muerte de D. Antonio Mena Fernández. Figura como la persona que entregó la víctima a sus asesinos. Fue ejecutado por sentencia de Consejo de Guerra nacionalista celebrado en Estepona. También figura como responsable de la muerte de D. José Fernández Díaz apodado Pino.
José Ramos Caravaca. Fusilado por Consejo de Guerra nacionalissta celebrado en Estepona. Figuraba como jefe del grupo de Investigación y Vigilancia que decretó la muerte de D. Antonio Mena Fernández.
Aurelio Gómez Bueno. Autor del robo de grandes cantidades de dinero a familias de Estepona que posteriormente fue ingresado en un banco de Málaga. En 1939 estaba en Estepona.
Luis Rodríguez Espinosa. Vecino de Estepona. Participó en la detención y muerte de D. José Fernández Díaz. Fue ejecutado por sentencia de Consejo de Guerra.
Juan Sánchez Troyano. Alias Seis dedos, natural de Estepona, muerto a la liberación del pueblo. Formó parte del grupo de Investigación y Vigilancia que decretó la muerte de D. Antonio Mena Fernández.
Eduardo Troyano Martínez. Natural de Estepona. Formó parte del grupo de Investigación y Vigilancia que decretó la muerte de D. Antonio Mena Fernández. Se le considera también responsable de la muerte de D. José Fernández Díaz apodado Pino. En 1940 permanecía en paradero desconocido.
José Herrera Gil. Natural de Estepona. Participó en el asesinato del sacerdote José Téllez del Río. Fue ejecutado por Consejo de Guerra nacionalista celebrado en Estepona.
Lorenzo Caravaca Gómez. Vecino de Estepona. Prisionero en Málaga en 1941. Participó en el tribunal que decretó la muerte de D. Antonio Mena Fernández.
Juan Navarro Madueño. Natural de Estepona. Participó en el asesinato del sacerdote José Téllez del Río. Fue ejecutado por Consejo de Guerra nacionalista celebrado en Estepona.
Antonio Guerrero Pomares. Natural de Estepona. Participó en el asesinato del sacerdote José Téllez del Río. Fue ejecutado por Consejo de Guerra nacionalista celebrado en Estepona.
Miguel López Ramos. Natural de Estepona. Participó en el asesinato del sacerdote José Téllez del Río. Fue ejecutado por Consejo de Guerra nacionalista celebrado en Estepona.
Diego Guerrero Begines. Natural de Estepona. Participó en el asesinato del sacerdote José Téllez del Río. Fue ejecutado por Consejo de Guerra nacionalista celebrado en Estepona.
Miguel López Navarro. Natural de Estepona. Participó en el asesinato del sacerdote José Téllez del Río. Fue ejecutado por Consejo de Guerra nacionalista celebrado en Estepona.
Antonio Flores López. 29 años. Natural y vecino de Estepona. Con residencia en calle Málaga. Afiliado a la C.N.T. Gran propagandista de izquierdas. Durante la dominación marxista de Estepona fue chófer del Parque Movil montado por éstos. Era el conductor del camión que transportó al sacerdote José Téllez del Río, la noche del 11 de noviembre de 1936 en que fue salvajemente asesinado. En 1939 se consignaba en un informe que huyó de la población al ser ésta tomada por los nacionalistas. Poco después fue condenado a 30 años.
Germinal Alfarache. Natural de Los Barrios (Cádiz). Presidente del Tribunal de Urgencia del Comité de Salud Pública que decretó la muerte de Antonio Mena Fernández. En 1940 se desconocía su paradero.
El Bondoso”. Fotógrafo. Natural de La Línea de la Concepción. Uno de los vocales que decretó la muerte de Antonio Mena Fernández. En 1940 se desconocía su paradero.
David Gómez Paradas. Uno de los más influyentes cabecillas de izquierdas en el pueblo. Médico de profesión y viudo. Natural de Granada y vecino de Estepona. Fue el fundador en Estepona del partido Izquierda Republicana, aunque según un informe de 1939 no se tenía constancia que hubiera ostentado algún cargo dentro del mismo. Se encuadró como teniente médico en el Hospital de Sangre. Fue vocal del Comité de Salud Pública (un eufemismo que venía a significar “de depuración ideológica”) donde sentenciaban a las personas de orden. También prestó sus servicios médicos en los frentes republicanos del subsector de Estepona. Formó parte de la Comisión de Responsabilidades que puso en libertad a una docena de presos pero que posteriormente, durante una madrugada, fueron sacados de sus casas por la patrulla del “coche fantasma” (las temibles patrullas de la FAI), para ser vilmente asesinados. Según dicho informe este individuo se jactaba en público de su pertenencia a la masonería. Huyó antes de ser liberada la población. Participó en el Comité que decretó la muerte de D. Antonio Mena Fernández. En 1940 se desconocía su paradero.
Manuel Narvaez Fernández. Vecino de Estepona. Uno de los vocales que decretaron la muerte de D. Antonio Mena Fernández.
Antonio y Diego Fuentes Bermúdez. Responsables del asesinato de José de Lara Nieto. Ambos fueron ejecutados por Consejo de Guerra.
José Vázquez. Natural de Los Barrios. Uno de los vocales que decretaron la muerte del esteponero Antonio Mena Fernández.
Andrés Flores Sánchez. Natural de Igualeja.
Antonio Aguilar Martín. Huyó con la toma nacionalista y volvió en 1939. Natural de Estepona. Participó en la detención de D. Juan Zafra Guerrero.
Juan Gil Sánchez. Participó en la detención del asesinado D. José Fernández Díaz (alias Pino). La esposa de Juan Gil, María Díaz Troyano, descubrió dónde se ocultaba y avisó a su marido y otros del Comité de Cancelada para que lo detuvieran. Juan Gil Sánchez y su esposa habían huido del pueblo tras la toma nacionalista pero volvieron en el 39 cuando fueron detenidos.
María Díaz Troyano. Esposa del anterior. Delatora del refugio de D. José Fernández Díaz que después sería asesinado.
Manuel Gómez Espinosa. Carabinero de Estepona. Fue denunciado en 1941 por el padre de uno de los “cincuenta y tantos” detenidos en la prisión de Estepona (Manuel Romero Rosas cuyo hijo Antonio Romero González fue asesinado), por decir que a todos los presos había que atarles un saco de arena al cuello y estar dándoles palos hasta que murieran. A raíz de esa denuncia se le abrió expediente.
Tomás Vallejo León.
Respecto a los que aparecen en los informes de la época como desconocidos, los rumores que se vertían hablaban de patrullas de la CNT-FAI de Málaga. Éstas fueron muchísimas: Patrulla de la Muerte; Paso a los de la FAI; Juventudes Libertarias; Los de la CNT; Patrulla del Amanecer; Patrulla del Chamizo; Patrulla del Metralla; Patrulla del Raya; Ricardo el Chófer; Pancho Villa” (Ramos Hitos pág:223). Una de las más conocidas en la zona de Estepona y Casares era la Patrulla del Coche Fantasma, a tenor de los documentos estudiados basados en declaraciones de testigos tras la toma nacionalista. Se sabe a raíz de la obra de Ramos Hitos que una que visitó Estepona a principios de Septiembre fue “la patrulla formada por el Comandante Las Heras, los capitanes de milicias Juan Aldalí, José Moreno, así como el declarante (Tomas Torres Molina) que ya ostentaba el cardo de Capitán del Batallón Lenin, se dirigieron a un cortijo situado a la entrada de Estepona deteniendo a un hombre y a una mujer jóvenes que trajeron al Cuartel de la Trinidad y de allí los llevaron al J.J. Sister”. (Ramos Hitos pág: 225).
De todos los identificados, excepto dos huidos, dos en paradero desconocido y uno condenado a 30 años; el resto fueron ejecutados por sentencia de Consejo de Guerra.

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